Grupo de Estructuras de Datos y
Lingüística Computacional
Relaciones
morfoléxicas prefijales para el procesamiento del lenguaje natural
Prólogo, por
Agustín Vera Luján
Director del Instituto Cervantes de Mánchester
Catedrático de Lengua Española de la Universidad de
Murcia
Sigo desde hace años con interés, y provecho, las investigaciones del Grupo de
Estructura de Datos y Lingüística Computacional de la Universidad de Las Palmas
de Gran Canaria, que viene desarrollando una serie de herramientas informáticas
de enorme utilidad práctica en lo relativo al análisis y conocimiento del
funcionamiento del español, especialmente en el nivel de la palabra.
Mi relación “a distancia”, con los autores de Relaciones
morfoléxicas prefijales para el procesamiento del lenguaje natural, en tanto
que usuario a través de Internet de algunas de las herramientas mencionadas, se
hace algo más próxima en esta ocasión, al solicitarme ―en razón, me aseguran, de
mi dedicación a estas cuestiones durante algunos años― un prólogo para su
trabajo.
Accedo muy gustosamente a redactar estas líneas porque me
ofrecen una doble ocasión. De una parte, por supuesto, la de comentar algunos
aspectos de este trabajo concreto, que considero de gran interés para todo
lector que desee conocer en detalle este ámbito específico de la morfología
derivativa. De otra, también, porque me brindan la ocasión de manifestar algunas
consideraciones sobre otras cuestiones que tienen que ver con el marco más
general de la actividad de investigación que vienen realizando sus autores, que
me parece justo destacar.
El lector interesado en la morfología prefijal del español
encontrará en este libro un serio trabajo, que ha sido posible tras la
elaboración de un corpus de 148798 formas canónicas, extraído de un conjunto de
obras lexicográficas que incluyen prestigiosos diccionarios de uso del español,
y que incorpora también 1240 nombres propios no incluidos en las fuentes
lexicográficas consultadas. De este corpus se extrae una relación de 98 prefijos
cuyas peculiaridades formales, funcionales y semánticas se desarrollan
puntualmente en el estudio detallado que, sobre ellos, se lleva a cabo en la
investigación.
Aunque los autores nos advierten que sus intereses últimos se
relacionan con el campo concreto del tratamiento informático del lenguaje
natural, y que algunas de las decisiones metodológicas adoptadas ―y sus
consecuencias descriptivas o categorizadoras subsiguientes― no tendrían, en
principio, por qué coincidir con las que se derivarían de un estudio encuadrado
en una perspectiva estrictamente lingüística, el lector interesado en esta
última encontrará en Relaciones morfoléxicas prefijales... buen número de
sugerencias que, aun nacidas como resultado de exigencias que provienen del
tratamiento estrictamente informático de los problemas estudiados, pueden ser
allegadas a interesantes hipótesis propuestas desde investigaciones sobre los
mecanismos de formación de palabras formuladas en trabajos de orientación
estrictamente lingüística: entre otras, la condición altamente productiva, y no
meramente memorística del lexicón del español (en la línea de propuestas hoy ya
clásicas de la gramática generativa); o la rentabilidad explicativa de hipótesis
como la de un tratamiento “interpretativo” regular de muchas relaciones
entre formas léxicas (obisco-coepíscopo, eficiente-deficiente, juba-aljuba)
que, si bien no pueden ser descritas, o generadas, mediante procedimientos o
reglas plenamente productivas (por carecer de base sincrónica idéntica, o por
ser sincrónicamente no transparente la relación que las une), traslucen
regularidades parciales, en lo que a la presencia del prefijo correspondiente se
refiere, que permiten suponer que su procesamiento por los hablantes requiere de
un “coste” menor que el de formas inanalizables (en la línea de sugerencias como
las propuestas por Jackendoff en alguno de sus trabajos sobre la organización de
un lexicón generativo).
La investigación que Octavio Santana, Francisco Carreras y
José Rafael Pérez nos ofrecen sobre las relaciones prefijales constituye, por
tanto, un trabajo rico en sugerencias no sólo para lectores interesados en
cuestiones de procesamiento del lenguaje natural, perspectiva que los autores
declaran nuclear en su caso, sino también para aquellos otros de intereses más
relacionados con una perspectiva estrictamente lingüística. Unos y otros
encontrarán sugerencias, problemas y soluciones que iluminarán y enriquecerán el
entendimiento de la operatividad que regula el funcionamiento de los elementos
prefijales.
En un ámbito más general, creo de justicia destacar que el
libro que con estas líneas presento es también mucho más que el resultado de una
investigación concreta. Constituye, en realidad, otra muestra o resultado más
del verdadero asedio a que el Grupo de Estructura de Datos y Lingüística
Computacional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria viene sometiendo
desde hace años a los múltiples mecanismos operativos en la funcionalidad
lingüística de la unidad que habitualmente denominamos “palabra”. Tras ocuparse
de los aspectos relativos a la flexión y afijación apreciativa, lo hizo de los
mecanismos de sufijación. Ahora de los de la prefijación. Y nos anuncian los
autores su intención de abordar inmediatamente los de la composición y, después,
la parasíntesis y otros mecanismos menos frecuentes o regulares...
Esperamos la pronta difusión de estas nuevas investigaciones
que, como señalan los autores, abrirán la puerta en el futuro para abordar en
forma satisfactoria otras cuestiones lingüísticas relativas a niveles
lingüísticos “superiores” a la palabra, y que vendrán a enriquecer aún más la ya
múltiples utilidades que los resultados por ellos logrados hasta la fecha
suponen en distintos ámbitos: no sólo en el más teórico y abstracto del mejor
conocimiento del funcionamiento mismo de los mecanismos lingüísticos
considerados, sino en los más concretos y prácticos que tienen que ver con el
sector de lo que se viene denominando “industrias de la lengua”.
10 - Mayo - 2005Página
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